La carrera italiana acabó con Lewis Hamilton, Valtteri Bottas y Sebastian Vettel cruzando la meta por este orden para configurar el podio final, en un resultado que a priori podría parecer bastante predecible. Pero lo que tal vez no fuera tan esperado es la manera o condiciones en que se dio tal resultado, pues lo cierto es que Mercedes, sin que podamos decir que llegó a infligir una “humillación” a los Ferrari en el circuito de su casa y ante su afición, sí aplicó en verdad un severo correctivo al Cavallino en lo que respecta a las prestaciones en este templo de la velocidad.
No pudo Vettel ni ver la sombra de los bólidos de la estrella, teniéndose que conformar con finalizar a más de medio minuto del nuevo líder del mundial, Hamilton… y aún así suerte tuvo, pues por el filo de un pelo no le arrebató ese tercer lugar del podio Daniel Ricciardo.
Y es que esto merece otra mención aparte: el australiano de Red Bull partía prácticamente desde la cola por su penalización en parrilla, y no terminó tercero de milagro (eso sí habría sido posible considerarlo una pequeña humillación a los de Maranello). Pero es que Daniel es un gigante. Hoy volvió a realizar una carrera soberbia, solo a la altura de los máximos maestros.
En estas páginas se lo llevamos diciendo y advirtiendo varios años, y no nos cansaremos de repetirlo: Ricciardo es un superclase que aguanta la comparación con cualquiera, y lo demuestra con actuaciones de piloto campeón del mundo carrera tras carrera (cosa crucial, pues no es algo esporádico). Echen un vistazo a sus resultados este año, por ejemplo, y constaten la de veces que ha encadenado podios y puestos delanteros con un Red Bull claramente inferior a al menos otros cuatro monoplazas… y si aún piensan que todo es resultante de la casualidad o eventualidades, allá ustedes, échense a dormir que despertarán detrás de este “asesino silencioso”, liquidados y enterrados.
Volviendo a la carrera en sí, lo cierto es que esta apenas tuvo emoción, al menos en lo tocante a la victoria, o mejor dicho aún, al doblete ganador de Mercedes, a un abismo del resto de mortales. Pero si estuvo la cosa más atractiva en lo referente al tercer y cuarto puesto, como decíamos, por no hablar de la lucha por las plazas del sexto al noveno, que estuvo divertidísima con una batalla memorable que mantuvieron durante prácticamente toda la prueba los cuatro pilotos de Force India y de Williams, rodando pegados y atacándose continuamente.
En la salida Esteban Ocon adelantó a Lance Stroll, y Kimi Räikkönen hizo lo propio con Bottas, aunque el de Mercedes no tardaba en hacer valer la potencia de su motor para recuperarse y posicionarse segundo tras Hamilton, quitándose del medio a sus rivales en la recta de Monza.
Por su parte, Sebastian Vettel tardaba bastante más en conseguir colocarse tras Kimi, y ahí se vio favorecido por un pequeño error del finlandés, que tuvo una momentánea salida de pista la cual, sin ser catastrófica, arruinó ya gran parte de sus esperanzas al caer el sexto lugar, otra vez tras los hoy rapidísimos Force India y Williams de cabeza.
La mejor salida fue de largo la de Max Verstappen, una genialidad que le aupó a la octava posición desde la parte media-final de parrilla. Lamentablemente el holandés sufría al poco un reventón en una goma delantera, teniendo que conducir a boxes para reincorporarse último.
Pronto quedó patente la supremacía de Mercedes. El binomio de cabeza respetaba una distancia de seguridad entre ellos de en torno a cuatro segundos, pero a la vez abría un hueco enorme con el resto de contendientes con cada giro que daban.
Al final, y tras mucho insistir, Raikkonen nos regalaba una preciosa maniobra donde tuvo que tirar de arrojo y de manos para rebasar a un irreductible Ocon y colocarse cuarto, y aún así hubo de estar intentándolo hasta casi llegar al ecuador de la cita para hacerlo.
A esas alturas, la táctica diferente de los hombres de Red Bull, que al salir muy retrasados fueron a la contra de casi todos los demás punteros en cuanto a estrategia de paradas, llevaba ya un tiempo siendo efectiva.
Y cuando pararon, de los últimos, y salieron con Súper Blandas (mientras el resto rodaba con Blandas para acabar), empezó su show. Probablemente la maniobra más espectacular nos la brindó Verstappen, en un adelantamiento a un Haas, en plena frenada de chicane, con derrapada incluida, que dejó la boca abierta al graderío italiano.
Pero aparte de acciones puntuales, y reiterando lo que apuntaba al inicio, el que les escribe se quita el sombrero con la actuación de Ricciardo, que desató todo su talento (y no es precisamente poco) sobre Monza, haciendo un incontable número de giros rápidos que consumaron con la caza y posterior rebase de Raikkonen, impotente ante el huracán australiano con gomas blandas, y acto seguido continuar la cacería esta vez de una presa mayor, Vettel y el podio. Le faltó un poquito de distancia. De haber quedado algunos giros más…
Pensarán que apenas hemos hablado del máximo protagonista y nuevo líder del campeonato por tres puntos, Lewis Hamilton. Pero es que su carrera pareció “tan fácil” por ausencia de enemigo real, que poco podemos destacar puntualmente, aparte de su perfección desde el viernes en Italia.
Y estos fueron los resultados y posiciones finales de este Gran Premio de Italia de 2017:
