52º GRAN PREMIO DE FRANCIA
CIRCUITO: Reims
FECHA: 3 de Julio de 1966
DISTANCIA: 48 vueltas sobre 8.302 metros
3ª Prueba de Mundial de 1966
144ª de las puntuables en los Mundiales
Jueves 30 de Junio de 1966, un día antes de que comenzaran los entrenamientos oficiales del Grand Prix de Francia, las emisoras de todo el mundo daban a conocer la trágica noticia de la muerte del primer Campeón del Mundo de Fórmula 1, el italiano Giuseppe “Nino” Farina en un accidente de carretera con su coche particular, mientras se dirigía camino de Reims a presenciar la carrera gala.
Al enterarse del trágico destino de su ex-compañero y al mismo tiempo rival, el argentino Juan Manuel Fangio declaró: “Sabía que esto sucedería, lo que no comprendo es como no le ha sucedido antes, pues Farina era un loco al volante”.
Pero la vida sigue y la tercera prueba del Campeonato del Mundo estaba a punto de comenzar. Las escuderías Ferrari y Cooper-Maserati centraban toda la atención, ya que las inscripciones de sus pilotos variaban notablemente entre la carrera anterior y esta que tendrá lugar en territorio francés.
John Surtees era el principal protagonista, ya que tras imponerse en Spa-Francorchamps, se marchó a Le Mans para disputar las 24 Horas. El director deportivo de Ferrari Eugenio Dragoni colocó en su coche a un tercer piloto pensando que le costaría disputar una carrera de resistencia tan dura, estando aún reciente el grave accidente que sufrió en Canadá.
El británico, enfadado, no solo abandonó el circuito, sino que además rompió el contrato que le unía al equipo del “Caballito Rampante”. Su puesto será ocupado por su compatriota Mike Parkes que debutaba de este modo en la Fórmula 1.
Surtees por su parte pilotará a partir de ahora para la Cooper-Maserati ya que Richie Ginther se marchó a Japón para terminar de evolucionar el nuevo Honda que tenía previsto debutar en el Grand Prix de Inglaterra.
En esta ocasión, Cooper inscribe un tercer coche que será pilotado por el semiolvidado Chris Amon tras ser liberado del contrato que le unía a su compatriota Bruce Mclaren, que al final no pudo suministrarle un volante dentro de su equipo.
Con el recuerdo de “Nino” Farina flotando aún en el ambiente, comenzaban los entrenamientos. Durante la primera sesión, Jim Clark fue alcanzado por un pájaro cuando rodaba a gran velocidad. Pese a llevar sus correspondientes gafas protectoras, el impacto con el ave le provocó un derrame en el ojo izquierdo. Tras un concienzudo examen médico, los doctores aconsejaron que no tomara la salida, siendo sustituido por el mexicano Pedro Rodríguez.
El italiano Lorenzo Bandini promovido al puesto de primer piloto de la escudería Ferrari, lograba la primera Pole Position de su carrera rodando casi un segundo más rápido que su ex-compañero John Surtees en su estreno con su nueva montura.
El debutante Mike Parkes completará la primera línea de la parrilla pilotando el segundo Ferrari. Jack Brabham con su Brabham-Repco y Jochen Rindt con otro Cooper componen la segunda.
La carrera se disputaba por última vez en el histórico circuito de Reims. Y como es ya habitual en el GP de Francia, el director de carrera Raymond Roche, ondeaba la bandera nacional y la prueba se pone en marcha.
Lorenzo Bandini se hace con el liderato seguido por Brabham, Parkes, Surtees, Rindt, Amon y Siffert en los primeros puestos. Pero Surtees no comienza con buen pie en su debut con la Cooper, al verse superado por todos al tener problemas con la bomba de la gasolina.
Al finalizar la primera vuelta entra en boxes, y mientras que sus mecánicos la cambian, ve cómo su ex-compañero Bandini comienza a despegarse de Jack Brabham, aprovechando la mayor potencia de su motor en las largas rectas de Reims.
Tras el dúo de cabeza, Mike Parkes no tenía ni un segundo de descanso en su lucha por mantener la tercera plaza. Ahora eran Rindt y Graham Hill los que atacaban sin compasión al piloto de Ferrari.
Entretanto, Surtees volvía a pista únicamente para dar cuatro vueltas más antes de abandonar. Tras el británico y en el curso de diez vueltas Spence, Siffert y Graham Hill también debían abandonar. Este último era el único representante de BRM en esta prueba, ya que su compañero Jackie Stewart no estaba recuperado del todo del grave accidente sufrido en Bélgica.
A mitad de carrera Bandini contaba ya con una diferencia de 20 segundos con respecto a Brabham, y todo parecía indicar que tenía la carrera en el bolsillo, pero en la vuelta 32 un bulón del cable del acelerador se le rompió y el desafortunado piloto observa con desesperación como Jack Brabham pasaba a su lado arrebatándole el liderato.
El italiano improvisa un remedo de arreglo manual que accionaba con un cable sujeto en su mano. De este modo, el valeroso piloto italiano llegó a su box donde sus mecánicos le colocaron uno nuevo. En todo este tiempo, Bandini había perdido más de 20 minutos, con lo cual retrocedió a la última posición.
El nuevo líder dispone de una ventaja cercana al minuto con respecto al Ferrari de Mike Parkes mientras que su compañero Denny Hulme se colocaba tercero aprovechando los continuos abandonos. Estos abandonos propiciaron también el lucimiento del británico Bob Andersson, que pilotando un Brabham-Climax de dos años de antigüedad se situaba cuarto a cinco vueltas del final. Sin embargo, una avería mecánica le hizo perder varios puestos y finalizó séptimo.
Quien heredó la sexta plaza y por tanto un punto fue su compatriota John Taylor que con un Brabham-BRM privado logró así el primero de su carrera deportiva.
También Dan Gurney estaba dando la sorpresa al meter en los puntos al Eagle, el monoplaza del equipo fundado junto al ex piloto, compatriota y gran amigo Carroll Shelby.
Ya doblado por el dúo de cabeza, Denny Hulme rodaba en tercera posición, con la que completaba el éxito de la escudería Brabham en este Grand Prix de Francia.
En la última fase de la carrera, Mike Parkes redujo ostensiblemente la diferencia que le separaba de Brabham, pero este supo administrar sabiamente la ventaja cruzando la meta tras completar la vuelta 48, tras algo menos de dos horas de carrera.
Esta octava victoria de su carrera significa el retorno a lo más alto de pódium del veterano piloto australiano que no conseguía imponerse en un Grand Prix desde el 14 de Agosto de 1960, cuando logró su última victoria en Portugal.
Brabham se convierte también en el primer piloto que gana un Gran Premio puntuable con un coche de su propia construcción y que además lleva su nombre. A casi diez segundos entraba un formidable Mike Parkes, segundo en la carrera de su debut… ¡ No está mal !
Denny Hulme completaba el éxito del equipo Brabham-Repco al finalizar tercero. Jochen Rindt acabó cuarto por delante de otro piloto-constructor que lograba en Reims sus primeros dos puntos al finalizar quinto, nos referimos naturalmente a Dan Gurney que pilotaba su flamante.
El británico John Taylor también estrenaba por primera vez en su carrera el casillero de puntos al obtener el que premia la sexta plaza. Y un desafortunado Lorenzo Bandini finalizó la prueba a 11 vueltas del vencedor, aunque como triste consuelo, Lorenzo obtuvo la vuelta rápida en carrera.
En otro orden de cosas, está será la última vez que el histórico circuito de Reims acoja una edición puntuable del Grand Prix de Francia. La recién creada GPDA (Grand Prix Driver Asociation) clausuró el famoso circuito francés, por considerarlo muy peligroso.
Suerte semejante pueden comenzaran a correr desde ahora otros circuitos, que deberán adaptar sus anticuados trazados a las cada día más altas velocidades que alcanzan estos monstruosos bólidos.
________»» Autor y responsable: J.F. GOMEZ
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⇒ Así concluía aquella cita francesa, y así de emocionantes quedaban las cosas tras la tercera cita mundial de aquel apasionante 1966. La siguiente prueba no se hacía esperar mucho, pues los bólidos se volvían a citar para volar sobre la campiña inglesa en apenas quince días, por lo que si no quieren descolgarse ni perderse nada de lo acontecido en aquel espectacular campeonato, les conminamos a estar atentos a esas fechas, nada más pasar el ecuador de Julio, cuando tendrán una nueva entrega de nuestro Serial, con cumplida y completa crónica de lo acontecido en Inglaterra «Hace 50 años…»
