Rodar en pista es de vital importancia para los equipos de Formula 1 porque les permite recoger datos para validar todo tipo de simulaciones. Sin embargo, además de sus propios coches, los equipos están muy interesados en conocer la mayor cantidad de datos posible de sus rivales, y siempre están observándolos para comprender los puntos fuertes y débiles de cada uno, o cualquier nueva idea que o solución que cualquiera haya podido encontrar.

Esteban Gutierrez en Hungría 2014

Mucha de la información se obtiene simplemente mirando los coches en el pit-lane, como por ejemplo los trapecios de suspensión traseros carenados del McLaren esta temporada, pero la obtención de datos cuantitativos es más complicada. En el mundo de los automóviles de calle los fabricantes compran vehículos de la competencia para estudiar la tecnología que contienen, pero esto no es posible en la F1. Por lo tanto los equipos tienen que ser algo más creativos.

Por ejemplo cuando un rival rueda en pista, los equipos emplean técnicas de análisis de sonido para determinar las revoluciones a las que gira un motor en determinados puntos de la pista. Esta información puede combinarse con los datos recogidos con un radar para conocer factores como las relaciones de la transmisión.

Todos los equipos disponen también de cámaras térmicas portátiles, que como las que nos muestran en la cobertura televisiva de los Grandes Premios, pueden dar una idea de la forma en la que un coche en particular está utilizando sus neumáticos. Por ejemplo registrando las temperaturas en la superficie de los neumáticos empleando una cámara en un determinado punto de la pista, se pueden hacer comparativas entre los diferentes coches. Además al observar las variaciones en la distribución de la temperatura en la banda de rodadura, los equipos pueden combinar esta información con otros análisis y los datos de los sensores de su propio coche para ver cómo la oposición puede estar haciendo trabajar los neumáticos.

El análisis de fotografías también puede proporcionar mucha información. Tomando puntos de referencia conocidos del coche puede conocerse la posición y orientación de otros componentes. Por ejemplo pueden calcularse las caídas de la suspensión, o los movimientos del chasis como cabeceos o balanceos. Dando un paso más, la captura de imágenes estereoscópicas puede ayudar a comprender la relación de una parte del coche con otra, sobre todo cuando se trata de elementos de la suspensión o aerodinámicos. Esta información se puede introducir en un programa CAD, creando aproximaciones de componentes o conjuntos en 3D, para obtener información útil como las geometrías de suspensión o el tamaño relativo de diversos componentes. Existen escáneres láser 3D compactos y portátiles, y podrían estar empleándose en el pit-lane sin que nadie se diera cuenta.

Observado filmaciones de vídeo desde una posición fija y comparándolas con las de sus propios coches los equipos pueden conocer datos de los rivales como velocidad de entrada en curva, diferentes trazadas y puntos de frenada. Los equipos emplean incluso cámaras de alta velocidad a pie de pista para calcular las pérdidas de tracción al salir de las curvas, comparando la diferencia de velocidad entre las ruedas traseras y delanteras.

Sin duda hay muchas otras astutas formas para evaluar los coches de la oposición y compararlo con el coche propio, para ayudar en el programa de desarrollo del monoplaza, lo cual es de vital importancia combinado con la minuciosa comprensión de su propio coche.

fuente: highpowermedia

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.