GP de Bélgica o “El regreso de los muertos vivientes”

El Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 disputado en el mítico circuito de Spa Francorchamps me trajo a la mente la deliciosa película, combinación de horror y humor “El Regreso de los muertos vivientes». Este film de 1985, dirigido y co-guionado por Dan O’Bannon, (que ya había colaborado en “La Noche de los muertos vivientes” de la que dicen esta es una continuación), se hizo muy famosa y adorada por el público, hasta el punto de que de la misma se hicieron 2 secuelas.

Desde la clasificación del sábado este título se me venía recurrentemente a la mente. ¿Qué estaban siendo hasta hoy en este campeonato 2009 de Fórmula 1 y algunos desde el campeonato 2006, pilotos como Fischella, Trulli, Heidfeld, Kubica, Glock y, en cierto modo, (en función de su palmarés y la potencia de su equipo), Kimi Raikkonen?. De igual manera, ¿Qué estaban siendo hasta hoy en este campeonato equipos como Force India, BMW y Toyota?: Muertos, deportivamente muertos, (y, en el caso de BMW, muerto que ya daba hasta olor al comunicar hace ya varias fechas su no participación en el mundial 2010 y siguientes).

Pues, ¡caray con los muertos! Como si de auténticos zombis se tratasen y Spa Francorchamps fuese el sitio propicio para resucitar, nos encontramos que en la Q3 Fisichella y su Force India se hicieron con la pole position, seguido, nada más y nada menos que por Jarno Trulli y su Toyota (que venían de celebrar su funeral en Valencia) y para rematar, el tercer lugar era para otro muerto (este desde que nació, creo) como Nick Heidfeld y su BMW.

Barrichello en el 4° lugar (este que estuvo muerto durante 5 años y este año, aunque costándole mucho, parece resucitar) ponía cierta lógica en la parrilla, pero Kubica y el otro BMW en el puesto 5 no hacían más que ratificar que El regreso de los muertos vivientes era un hecho.

La sexta posición de Kimi volvía a poner lógica en la parrilla (era y una vez conocidas las cargas de gasolina, el de ubicación más real de los que estaban arriba) pero la séptima de Glock, nos volvía a llevar el pensamiento a la magnífica película de dan O’Bannon.

Como en la película de 1985 de este cineasta, en la parrilla, se combinaba el susto (por ver quiénes fueron los más rápidos) con el humor (por ver como habían quedado los favoritos) y la incredulidad (hasta se especuló con que la FIA y la FOM habían sacado del almacén esa otra película de “La Mano que mece La Cuna”), y que habían presionado a Bridgestone para que les dieran gomas especiales a Force India, Toyota (que aunque han firmado el pacto de la concordia 2009-2012, parece ser suenan como posibles walk over para 2010, y a ver si con un buen resultado se motivan para no abandonar el serial) y a BMW (para ver si les sale pronto un comprador).

Y llegamos al domingo, a la carrera, y todos expectantes por ver si los muertos vivientes eran capaces de llevar hasta el final la resurrección mostrada el sábado.

Y arranca la carrera y Fisichella aguanta la primera posición (la corta recta de salida de Spa lo protegía del Kers más cercano, el de kimi) poniéndose Raikkonen y su Ferrari en la segunda posición gracias al pilotaje del finlandés y a las escapatorias que en esa zona tiene el circuito de Spa. Mientras unos resucitaban, Barrichello se moría, literalmente, en la línea de salida, quedándose parado, (y ya van…………), estando a punto de provocar un accidente, accidente que no tardó en llegar entre las curvas 5 y 6 del circuito (previamente, en la curva 1, existieron ciertos rifi-rafes, los cuales, entre otras cosas, fulminaron al zombi Trulli, e hirieron de muerte, cosa que se comprobaría luego, el Renault de Alonso).

Como decía entre las curvas 5 y 6 de la primera vuelta el casi debutante Román Grosjean tocó al leader del campeonato (un muerto de antaño que resucitó en 2009 y que, poco a poco, se va muriendo, se va muriendo) Jenson Button el cual, a su vez, arrastró al “recién nacido” Jaime Algersuari y al actual campeón del mundo (que parecía resucitar en las dos últimas carreras anteriores) Lewis Hamilton. Este múltiple accidente hizo que el safety car saliese a pista durante unas cuantas vueltas (que algunos pilotos, como Alonso, aprovecharon para ahorrar gasolina) situación que utilizó, entre otros, Rubens Barrichello para variar su estrategia dado el fiasco de su salida.

Con Jenson Button fuera, Vettel, Webber y Barrichello debían de jugar muy bien sus cartas para darle otro mordisco a la diferencia de puntos que el inglés les lleva en la clasificación general del campeonato, pero, de momento, y con el safety car en pista, el muerto viviente Fisichella, Kimi Raikkonen y otros muertos vivientes resucitados como los pilotos de BMW, copaban las posiciones que daban derecho a la mayor cuantía de puntos.

Y se fue el safety car y con él la ilusión de Fisichella de ganar la carrera. Kimi Raikkonen, con su Kers, dio buena cuenta del italiano para ponerse leader, posición que sólo abandonó, temporalmente, cuando entro a realizar sus repostajes y cambios de ruedas.

A partir de la vuelta 10 (a pesar del safety car) comenzaron las entradas en pits y Rosberg y Alonso, entre los de arriba, empezaron a sacar petróleo de sus estrategias de carga y del ahorro de gasolina efectuado durante la presencia del safety car.

Fisichella, en contra de lo que se podía pensar, seguía sin levantar un dedo del renglón mantenía una pugna con Kimi el cual, gracias al kers utilizable en varias partes del circuito, lograba mantenerlo a distancia, pero a menos de un segundo.

Webber, que ante la ausencia de Button estaba necesitado de agarrar un buen puñado de puntos (después de lo ocurrido en Valencia, en su repostaje, casi impacta con Heidfeld (qué pesado es este tío; además de muerto, es como el perro del hortelano: ni come, ni deja comer) en boxes, lo que, después de ser investigado, le ocasionó un drive through que acabó con su esperanza de obtener algo bueno en esta carrera.

Detrás de Kimi y Giancarlo se vislumbraba una batalla entre Rosberg, Alonso, Kubica, Heidfeld, Vettel y Kovalainen por los puntos. Avizor a estas posiciones estaban Barrichello, Webber, Glock e incluso Sutil.

Las esperanzas de Alonso se terminaron en la vuelta 24. Parece ser que en el toque de la curva 1, en la primera vuelta, que tuvo con Sutil afectó al tapacubos de su rueda delantera izquierda y, posiblemente, a los anclajes de la rueda ya que en su repostaje se vio la dificultad que los mecánicos tuvieron para liberar esa rueda y poner en su lugar la rueda nueva. Alonso volvió a pista, ¡con el tapacubos roto en la rueda izquierda!, ¿no tenían otro nuevo?, ¿el tapacubos solo era la punta del iceberg del problema que en ese buje existía? La cuestión es que por radio le pidieron a Alonso que rodase despacio (la sombra de Hungría y su sanción) y que volviese a entrar a boxes, y en esa entrada se retiró.

Bueno al final se concretó “El regreso de los muertos vivientes”. La segunda posición de un extraordinario Fisichella con un magnifico, en Spa, Force India, la cuarta y quinta posición de Kubica y Heidfeld y el 10° puesto de Glock (y porque fallaron en su box, que sino….., ¡a saber!), avalan esta información.

Sebastian Vettel sacó petróleo de su estrategia, (al contrario que Rosberg, que al final se desinfló, acabando en un 8° lugar), mientras Webber pagó cara su fogosidad, matándole ese drive through, y Barrichello lograba 2 puntos mientras su motor roto sembraba de humo y aceite el circuito (¿sancionarán esta actitud de seguir y no parar?).

Button, para lo que pudo ser, se puede dar con un canto en los dientes. Sigue leader, con 16 puntos de ventaja sobre Barrichello (a ver quién tiene la culpa hoy de su mala salida y de su rotura de motor) mientras Vettel se coloca tercero del campeonato a costa de su compañero Webber.

Quedan 50 puntos, y ahora que tanto los motores de Renault de Red Bull, como los Mercedes de Brawn, demuestran no ser infalibles y que a “los muertos vivientes” les da por regresar, la emoción se instala en la consecución del campeonato.

¿Ocurrirá como con la película de Dan O’Bannon y se “filmarán” dos secuelas más de esta carrera? La primera puede ser en Monza. Es que uno ya no sabe, delante del televisor, Gran Premio a Gran Premio, en este 2009, que película va a ver por mucho que la cartelera se empeñe en anunciar una. Luego, desde la octava carrera, la película casi siempre es otra.