Otro indicio de que Fernando Alonso vestirá de rojo la próxima temporada es que Renault ha abierto la posibilidad de abandonar la disciplina y no participar en 2010. El presidente de Renault, Carlos Ghosn, ha criticado recientemente el actual reparto de ingresos comerciales de la F1. «Somos los únicos que ofrecemos espectáculo, aportamos tecnología, ponemos los motores y pagamos a los pilotos. Y si nosotros somos los que ofrecemos el espectáculo, los ingresos de la Fórmula 1 deberían revertir en nosotros» ha comentado Ghosn, y no le falta razón, ya que actualmente el propietario de los derechos comerciales del campeonato es el que se lleva una mayor parte de los ingresos, mientras que el resto se reparte entre los equipos. Una buena manera de decir, recortes de gastos sí, pero un mayor reparto para los equipos también.
En una carta enviada a los proveedores del equipo, les han advertido de que la participación del equipo no está garantizada después del 2009, para que vayan contemplando otras vías de negocio: «Renault Sport no puede asegurar su continuidad a largo plazo», «incluso en el peor de los escenarios podríamos no competir en el Campeonato del Mundo de F1 en 2010«.
En una segunda carta, Renault ha criticado también los continuos cambios técnicos y deportivos que hacen que Renault Sport no pueda asegurar sus perspectivas de negocio a largo plazo.
Los últimos rumores apuntan a que en caso de que Renault decida abandonar la F1, Flavio Briatore podría comprar el equipo mientras que Renault Sport seguiría suministrando los motores.
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