Juan Manuel Fangio es, sin ninguna duda, uno de los pilotos más significativos de la historia de la Formula 1. Convertido en mito para los argentinos, hoy deberíamos recordarlo como lo que es, uno de los grandes, uno de los mayores ídolos del Gran Circo.

Fangio

Lugar y fecha de nacimiento: Balcarce, (Argentina) un 24 de junio de 1911.
Nacionalidad: Argentina
Carreras disputadas: 51 oficiales y 16 no oficiales
Victorias: 24
Podios: 32
Vueltas rápidas: 23
Poles: 29
Campeonatos del Mundo: 5
Primer gran premio: GP Reino Unido 1950
Primera victoria: GP Mónaco 1950

Los años han hecho mella y probablemente esa sea la razón de que hoy se recuerde al grandísimo campeón como una sombra más lúcida para periodistas, expertos y aficionados de aquella época que para los seguidores de la F1 de hoy. Sin embargo, el argentino es una leyenda del automovilismo que siempre marcará los libros de historia del deporte como uno de los mejores pilotos del mundo, superado en número de títulos únicamente por el Kaiser. Sus estadísticas le sitúan como el piloto con mejor media de victorias, 24 de las 51 que disputó, casi el 50% de las mismas.

Fangio coche

Sus comienzos, como los de toda buena leyenda, fueron duros.

Hijo de una familia pobre de inmigrantes italianos, tuvo que abandonar la escuela a los 13 años para comenzar a trabajar en un taller mecánico y ayudar a los suyos. Hasta ese momento, Fangio era aficionado al fútbol y por ello fue apodado como “El Chueco”, pero fue ahí, en un pequeño espacio rodeado de motores, bujías, neumáticos y volantes, donde nació su interés por el motor. Después se convirtió en mecánico de la agencia Studebaker de Miguel Viggiano, donde se preparaban coches de carrera. Ese fue el lugar donde Fangio aprendió todos los conceptos necesarios de mecánica y realizó sus primeros pinitos en la conducción, rodando de pueblo en pueblo recogiendo las piezas necesarias. Sufrió una pleuresía y tuvo que estar un año entero en cama, pero a los 21 años y con la ayuda de su familia y amigos, consiguió montar su propio taller, que le proporcionó el primer dinero necesario para iniciarse en la competición.

Su primera carrera la disputó en 1929, acompañando a Manuel Ayerza sobre un Chevrolet ´28 cuatro cilindros, pero su primera carrera oficial no tuvo lugar hasta 1939 en Necochea (Argentina) con un Ford V8 motor `38, demostrando que no era simplemente un debutante.

En 1940 recibió su primer título nacional y ya se auguraba su futuro prometedor. En 1942 gana la competición Mar y Sierras de Turismo de Carretera, que sería su última carrera hasta terminada la Segunda Guerra Mundial.Durante la guerra, el hambre y la escasez de recursos arrastraron sus consecuencias al automovilismo. El argentino se dedicó a los negocios durante el parón de las competiciones, pero fue uno de los primeros en volver cuando regresaron las carreras, en 1947. Sus numerosas manifestaciones de calidad le brindaron el apoyo del Automóvil Club de Argentina., que le dio la oportunidad de subirse a un Maserati ese año y competir contra los mejores pilotos italianos del momento.

Un gran campeón de Fórmula 1:

En 1950 nace la Formula 1 como deporte oficial y Juan Manuel Fangio es fichado por Alfa Romeo junto con Nino Farina para honrar a la escudería italiana. Su primer Gran Premio lo gana en Mónaco. Tuvo muchas opciones para quedar campeón en su año debut, pero tras una rotura en el Gran Premio de Italia, queda subcampeón por detrás de su compañero de equipo.

Un año después consiguió su primer campeonato mundial con el Alfa Romeo 159 en el Gran Premio de España, en Pedralbes. Aquella sería la última carrera de la escudería italiana.

Fangio coche

Al año siguiente, en 1952, comenzó su andadura con Maserati pero sufrió un gravísimo accidente en Monza donde se fracturó el cuello y varias costillas, lo que le inhabilitó para la competición.

En 1953 vuelve a ganar el Gran Premio de Italia y consigue ser de nuevo subcampeón del mundo.

Fangio

En 1954 Fangio se une a Mercedes, equipo con el que se entendió perfectamente desde el primer momento. La unión de un gran talento con la calidad de los monoplaza le sirvieron en bandeja su segundo mundial, que vendría seguido de otros 2 títulos consecutivos en las siguientes temporadas. Compartió la escudería con Sterling Moss, que idolatraba al argentino así como la gran mayoría de sus rivales.

En la siguiente carrera desarrollada en Monza tuvo lugar una de las más importantes catástrofes de la Formula 1. Un accidente en el que Fangio se vio envuelto indirectamente provocó la muerte de 81 espectadores. Mercedes se retiró del automovilismo tras la tragedia y la continuidad de la Formula 1 peligraba en manos de los gobiernos europeos.

Fangio

Finalmente, se consiguió que la competición continuara con vida y el argentino encontró un nuevo equipo donde darlo todo en 1956, Ferrari, donde logró su cuarto título mundial. Para los analistas de F1 de aquella época, éste fue el campeonato en el que pudimos ver a Fangio en estado puro, su máxima aportación al automovilismo y su competición más espectacular.

En 1957 Fangio vuelve a la escudería que le había dado su primera oportunidad. Con un Maserati 250F, consigue su quinto y último campeonato mundial en Nurburgring, tras una complicada carrera en la que estuvo apunto de perder el mundial.

Fangio

En el año 1958, Fangio es secuestrado en La Habana por un revolucionario cubano que quería llamar la atención sobre la pésima realidad de su país. La situación se volvió un tanto irrisoria ante unos secuestradores que admiraban al piloto, que estableció una magnífica relación con ellos, quienes lo devolvieron sano y salvo un día después. El argentino destacó en todo momento lo bien que había sido tratado e incluso pidió al general Fernández Miranda que no fuera muy severo con ellos. Éstos le invitaron a volver a Cuba cuando la revolución hubiera triunfado y el piloto regresó a Cuba en los ’80 y se reunió con sus secuestradores.

Para llegar primero, primero hay que llegar.

Una de las frases más celebres de la Formula 1 nació de la boca del argentino, que cumplió a rajatabla una frase que le otorgó 24 victorias de las 51 carreras oficiales que disputó y una larga vida junto a los suyos. Sus rivales lo admiraban no solo por su velocidad e impecable pilotaje, sino por su caballerosidad en la pista. Los miembros de sus escuderías siempre destacaron el compañerismo del gran piloto argentino, que nunca dejó de reconocer el mérito de los mecánicos de su equipo como parte imprescindible de sus logros. Fue grande y humilde a la vez, y por ello se convirtió en una de las mayores leyendas del deporte argentino.

FangioFangioFangio

Su muerte en 1995 conmocionó a toda la sociedad mundial que todavía no se había repuesto de la pérdida de Ayrton Senna. Murió rodeado de su familia y amigos y por supuesto de un país que siempre lo amó. Sus restos descansan en el Panteón Familiar del cementerio de Balcarce, su ciudad natal, junto a sus padres y hermanos fallecidos.

Fangio muerte

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.