GP de Singapur 2014: victoria y liderato para Hamilton en una carrera complicadísima

El piloto británico Lewis Hamilton, en las filas de Mercedes, se ha convertido en el nuevo líder del actual Mundial al vencer hoy en Singapur, y ante los problemas técnicos de su compañero de equipo Nico Rosberg, que se veía obligado a abandonar al poco del comienzo.

Hamilton se impuso en una carrera durísima, totalmente abierta hasta el final y llena de incertidumbre, amparándose en gran medida en una máquina extraordinaria, pero también arrojando enormes muestras de talento al volante. Lo escoltaron en el podio el binomio de Red Bull, Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo, en ese orden, que al igual que el vencedor también han sudado de lo lindo para lograrlo, con enorme mérito.

Una gran carrera la vivida que ha tenido de todo, y que concluyó también con una muy buena actuación de Fernando Alonso, cuarto en la línea de meta a un suspiro de subirse al cajón de los tres mejores con su Ferrari.

La movida carrera en Marina Bay comenzaba para algunos antes del semáforo verde, con la contrarreloj que disputaron Rosberg y su equipo de ingenieros y mecánicos ante un problema al parecer con el software de su volante a falta de escasos diez minutos para la salida, y con el coche ya en su posición de parrilla, intentando solventarlo. Cuando se da la orden de arrancar para la vuelta de calentamiento, el monoplaza alemán no engrana marchas y es remolcado al pit lane para intentar salir desde allí.

Instantes después se da la largada, y tanto Hamilton, Vettel y Ricciardo aguantan bien su posición, al igual que Kimi Raikkonen, que adelanta para ponerse tras Alonso. Pero Fernando, muy lanzado entra pasadísimo a la frenada y se traga la primera curva, bloqueando y cortando por fuera para hacer un recto, ganando tantos metros que entra a pista segundo tras Lewis. El español cede rápidamente la posición a Sebastian, aunque sale notoriamente beneficiado del lance al colocarse tercero por delante de Ricciardo.

Las cosas no cambiarán mucho en las siguientes vueltas, y en la 11 comienzan a entrar los pilotos de delante a cambiar neumáticos, siendo Felipe Massa el que abre la ventana. A su vez, Rosberg, que ha conseguido salir desde boxes está sufriendo un infierno, rodando en cola y con sus problemas electrónicos que no remiten. En esos instantes paran también Kimi y Valtteri Bottas, haciendo que un giro después, en la 13, paren Vettel, Alonso y Ricciardo (Red Bull efectuó un doble cambio simultáneo perfecto). Hamilton reacciona con urgencia y entrará acto seguido para intentar mantener su posición, cosa que consigue.

Así las cosas, Lewis mantiene la cabeza tras las primeras paradas, con Sebastian persiguiéndole a unos siete segundos. Fernando es tercero, no lejos del alemán, con Ricciardo tras él también cerca. Luego hay un pequeño hueco hasta llegar a la terna formada por Massa, Kimi y Bottas.

Cuando Rosberg intenta realizar la parada, en su dantesco Gran Premio, el Mercedes decide definitivamente no engranar más velocidades, quedándose atascado en punto neutro sobre los gatos. Ahí terminará la triste carrera del alemán en Marina Bay. Un duro palo para el, hasta ese momento, líder del Campeonato. Parece que ha pasado una eternidad y ni hemos completado aun el primer tercio de carrera.

En la 25, Alonso adelanta su parada para intentar adelantar a Vettel con la estrategia de boxes (los Williams acaban de parar también). Fernando ha cambiado sobre la marcha su táctica para ir ahora a tres paradas… y Sebastian responde rápidamente entrando en la siguiente vuelta, pero calza el compuesto más duro, a diferencia del de Ferrari, tal vez con la intención de guardarse las espaldas y poder jugar aún con una estrategia de dos paradas (si estas gomas le van bien y aguantan) o de tres como Alonso.

Fernando sale por delante del Red Bull, poniéndose segundo, y su opción es ahora tirar como un loco rezando por que no salga un Safety Car que arruine su idea. Quedan 35 giros, y quizá, salvo con Hamilton, que ha imitado a Alonso y dispone de cierto colchón, con los demás todo está muy abierto.

El español se quita de en medio pronto los Súper Blandos una vez exprimidos, en la 32, cuando ya saca unos 17 segundos a Vettel. Y la jugada puede salirle bien, ya que justo cuando se reincorpora a pista, el Coche de Seguridad hace su ingreso por la necesidad (algo dudosa) de limpiar el trazado de alguna pieza desprendida de un bólido.

Ahora la incógnita es aún mayor, pues al menos Hamilton está obligado a detenerse una vez más, ya que no ha usado las Pirelli más duras. Los demás, tal vez se pueden arriesgar a intentar llegar al final con lo puesto cuando se retire el Safety Car.

En el giro 37 se relanza la prueba. Faltan todavía nada menos que 24, y Alonso es cuarto tras Lewis, Vettel y Daniel. El líder ha de parar, pero los Red Bull van a intentar aguantar defendiendo su posición. Tras Alonso ruedan Massa, Bottas, Jenson Button y Raikkonen. ¿Podrá el Mercedes hacer hueco para lograr la victoria?

El show de Hamilton comienza en ese momento, que se pone a volar dos segundos por vuelta de media más veloz que el resto. Pero el reto es enorme, pues necesita hacer un margen de unos 27 segundos con Vettel, a pesar de que sus Súper Blandas ya tienen gastada la mitad de vida, para salir luego de boxes otra vez en cabeza.

Su ritmo es infernal, y hemos de decir que incluso asumió bastantes riesgos al final, visto que jugando con la calculadora en mano, y con Rosberg fuera, se podía permitir no jugársela tanto en Singapur (un circuito complicadísimo para ir siempre al límite) y tal vez pensar que con un fácil podio daba igualmente un zarpazo monumental a Nico y al Mundial.

Pero en estas cosas, el inglés no es un piloto de medias tintas, y se vació hasta desintegrar casi literalmente sus suelas, hasta conseguir un colchón de unos 25 segundos en un puñado de giros. No le dio para cambiar y salir en cabeza, era demasiado, pero sí para hacerlo pegado a Vettel, y manteniendo tras él a Ricciardo y Alonso.

Estamos en los últimos giros y los dos Red Bull van prácticamente en las lonas, con Fernando además acosando enormemente. Lewis, con la goma a estrenar, tarda un parpadeo en liquidar a Sebastian y marcharse de nuevo en solitario.

El que más sufre al final es el tetracampeón alemán, que ya apenas se tiene sobre el asfalto. Su compañero australiano y el Ferrari se le pegan, pero a estas alturas ninguno va ni mucho menos sobrado, y haciendo un ejercicio de brega y defensa enormemente meritorio, Vettel consigue aguantar en lo que será su mejor resultado de esta campaña.

Tal vez pudimos esperar una mayor agresividad de Fernando en estos giros finales contra los Red Bull, dado que el Ferrari era el que mejor iba de gomas de los tres, y el que menos tenía que perder (o más que ganar)… pero como decimos, ninguno iba sobrado precisamente, y bueno es también ese resultado visto el inmenso riesgo que podría suponer tirarse al cuello en esta pista, a esas alturas, y en esas condiciones. Buena carrera, pues, de muchos y para muchos. Y emocionante sin duda… Salvo en el caso de Rosberg, claro, que sufrió ese fin de semana desastroso que todos pasan en algún momento. Quedan cinco citas. Y un campeonato ardiente en Mercedes.

Y estos fueron los resultados finales del Gran Premio de Singapur 2014: